Mi caballito de cartón

  Mi caballito de cartón 

Tiempos de Inocencia. 

 Caballito de cartón, ni andante, ni galopante, ni trotón.

En mi pueblo en aquellos días finales de los años 50s,y parte de los 60s,nuestro ayuntamiento solicitaba de los más pudientes algún dinero para los regalos de Reyes Mago, luego serán repartidos entre los más pobres,este reparto se realizaba a lomos de un burro o una yegua,repartiendo así los juguetes entre las casas de aquellos que no tenían recursos para este día tan señalado en el calendario.

Según me cuentan mis padres,

en aquellos días el repartidor se acercó a nuestra casa y nos dejaron una muñeca para mi hermana y un caballito de cartón para mi. La casa de mis abuelos maternos estava muy cerca de nuestra casa y mi madre solía llevarme casi todos los días, mi padre comenzaba a trabajar en la fabrica de harinas San Antonio en los Alamillos,mi madre solía ayudar a mi abuela Rosario en su casa mientras mi abuela lavaba las ropas de otras vecina en la calle,de esta manera traía algún dinero a su casa, mi abuelo Manuel se dedicaba a la venta y compra de ganado y acarreaba leña en un burro.

 

Mi Abuela Rosario

Al día siguiente de los reyes magos,lleve mi juguete para que lo vieran mis abuelos,durante un rato me puse a jugar en el patio con mi caballito de cartón y mi hermana conchita con sus muñeca,durante el juego mi caballito se ensucio mucho,mi abuela tenía en el patio una caldera llena de agua donde ella acostumbraba a lavar,mi caballito estaba tan sucio que mi hermana conchita me dijo que lo íbamos a lavar, lo metimos en la caldera para lavarlo,en mi inocencia no sabía que ocurriría pues como era de cartón,al mojarlo mi caballito ya no se mantenía en pie y se rompió,yo me puse a llorar al ver como había quedado mi caballito,mi abuelo me dijo que se había muerto y que lo enterrara,cogí mi caballito y salimos al callejón para enterrarlo junto a la valla del colegio.

 

Desde la más remota antigüedad los juegos y los juguetes

 han formado parte de la vida cotidiana del ser humano.

 

Aquellos refranes ,frases y dichos que hablan sobre Caballito cada una de estas sentencias están llenas de la sabiduría popular de los pueblos hispanoamericanos y se han transmitido de manera ininterrumpida a lo largo de los siglos. La literatura está impregnada de ellos, baste como ejemplo el del Sancho Panza, compañero inseparable de Don Quijote que le dirá en uno de sus diálogos con él "Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todas son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas "

 

 El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta' (Pablo Neruda).

En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños' (Mirko Badiale).

Si llevas tu infancia contigo, nunca envejecerás' (Tom Stoppard).

Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy' (Gabriela Mistral).

El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices' (Oscar Wilde).

La vejez es la segunda infancia' (Aristófanes).

Lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre' (Jean-Jacques Rousseau).

 

Yo conocí siendo niño,la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado,en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas.  ¡Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de cartón!. Era un niño que soñaba un caballo de cartón. Abrió los ojos el niño y el caballito no vio. Con un caballito blanco el niño volvió a soñar; y por la crin lo cogía... ¡Ahora no te escaparás! Apenas lo hubo cogido, el niño se despertó. Tenía el puño cerrado. ¡El caballito voló! Quedóse el niño muy serio pensando que no es verdad un caballito soñado. Y ya no volvió a soñar. Pero el niño se hizo mozo y el mozo tuvo un amor, y a su amada le decía: ¿Tú eres de verdad o no? Cuando el mozo se hizo viejo pensaba: Todo es soñar, el caballito soñado y el caballo de verdad. Y cuando vino la muerte, el viejo a su corazón preguntaba: ¿Tú eres sueño? ¡Quién sabe si despertó!.

ANTONIO MACHADO.

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